CAPÍTULO DIECIOCHO ᅳ fe ciega

song of the chapter
﹙false god,
taylor swift﹚

📍Soho, Londres
📆 2019 (Años terranos)
🔊 Azalea

UN DÍA PARA EL ARMAGEDÓN

   Un cartel de cerrado me recibió en frente de la librería de Azirafel. Solo la desesperación y soledad me había traído hasta ahí. No me atreví a entrar, así que peté un par de veces en la puerta. Escuché como Azirafel bajaba por las escaleras a toda prisa y abría la puerta.

ᅳEstamos cerr... ᅳSe quedó callado al verme ahí, intentando no echarme a llorarᅳ. Aza...

ᅳ¿Puedo... puedo pasar? ᅳme trabé con mi llanto. Azirafel abrió totalmente la puerta dejándome pasarᅳ. No sabía adonde ir.

Caminé con cautela, mientras que Azirafel ya había desarrimado uno de los sillones.

ᅳSiéntate, ¿te preparo un té?

Sorbí un poco la narizᅳ Por favor.

Azirafel tardó un abrir y cerrar de ojos en subir a la parte de arriba de la librería a hacer un té. Limpié muy rapidamente la lágrima que quiso salir de mi ojo, causándome una pequeña punzada cerca de la uña del dedo índice. Sabía que aquello me causaría una nueva cicatriz.

Fell no tardó en bajar con dos tazas de té y se sentó en frente mía después de alcanzarme una de las tallas. Vi en su mirada que estaba intrigado, y tal vez un poco nervioso. Seguramente quería saber si seguía enfadada con él, me lo gustaría saber a mí también. Pero en aquellos momentos necesitaba una charla profunda y alguien que me dijera que todo saldría bien.

ᅳSe ha ido ᅳdije, intentando que no se me quebrara la voz.

ᅳ¿Crowley?

ᅳSí. Se ha ido, o al menos quiere irse.

El rostro de Azirafel se ensombreció. Se levantó y fue hacia mí, estrechándome entre sus brazos. Lo abracé también, dándome cuenta de que era la primera vez que nos abrazábamos, dándome cuenta de que me era imposible estar enfadada con él. Era Fell. Era el único amigo que tenía en Londres. Era mi mejor amigo.

ᅳ¿Debí haberme ido con él? ᅳmusité, después de que él se separaraᅳ. No he dejado de pensar en ello, debería haberme ido con él. Haberle seguido adónde quiera que fuera.

ᅳNo, Aza. Aunque me encanté toda vuestra historia, no eres de las que siguen a alguien.

Me incorporé un poco, apoyando mis codos en las rodillas.

ᅳ¿Te has enamorado alguna vez? ᅳle pregunté.

ᅳNo ᅳcontestó, con cierto pesar en los ojosᅳ. ¿Tú?

Él sabía que era una pregunta estupida, pero la hizo de todas formas.

ᅳTres veces ᅳempecéᅳ. En el 69 conocí al que una vez creí que era el periodista más listo e interesante que jamás había conocido. Y nos casamos, me hizo llorar tanto que se acabó dando cuenta de que sus lágrimas me quemaban. Luego en Francia conocí a una mujer preciosa, talentosa y muy intimidante. Pero aún así tenía un alma pura que acabé corrompiendo con mis propios problemas. Pero a la misma vez que ellos dos, estuve enamorada de Crowley. Nunca dejé de estarlo y, a este punto, nunca dejaré de estarlo.

No dijo nada, ni hizo nada. Ni siquiera se atrevió a beber de su té.

ᅳPero se ha ido... ᅳSolté una risita amargaᅳ, supongo que me lo merezco, después de haber sido yo la que se fuera las dos anteriores veces.

Di un par de tragos a mi té, calentando mis manos en el proceso. Azirafel no dijo nada, tampoco necesitaba que dijera algo. Las ganas de llorar se me fueron pasando poco a poco, aunque el dolor en el pecho seguía ahí. Me terminé el té más rápido de lo que esperaba, sin quedarme con algo en lo que concentrarme. Dejé la taza sobre el posavasos de la mesa y miré a Azirafel.

ᅳCreo que me miré al apartamento ᅳdijeᅳ, dormiré durante el Armagedón. ¿No hizo Crowley algo parecido en el siglo diecinueve?

ᅳSupongo que sí ᅳhabló Fellᅳ. ¿Estarás bien?

ᅳSí ᅳme encogí de hombrosᅳ, pero si descubres cualquier cosa, llámame, por favor.

・🍷・

OCHO HORAS PARA EL ARMAGEDÓN

Sí que conseguí dormir aquella noche, con un par de somníferos y ahogándome en mis propias penas. Pero a las diez de la mañana estaba perfectamente despierta, tumbada sobre mi cama, en el día que todo iba a terminar. Así que me levanté, me duché y encendí la televisión, pensando que estarían hablando de ello. Pero no, estaban practicamente apostando cuanto durarían Leonardo DiCaprio y Camila Morrone. Ahí me di cuenta de que aún no había visto la última película de Tarantino.

Cogí mi teléfono, mis llaves y mi cartera, y me dirigí hacia el cine. Probablemente ir al cine era de mis cosas favoritas de la Tierra, al forma en la que los humanos cuentan historias desde reales hasta la trama más surrealista posible, me causa un sentimiento precioso.

Salí un par de horas después, algo confusa y distraía. También lo primero que hice fue buscar sobre Rick Dalton y Lady Stardust mientras me terminaba la cantidad exagerada de regalices que había comprado.

Caminé hasta el piso sin demasiada prisa. Por el camino, centrada en nada más que recordar lo mejor que podía todas las calles y colores para cuando estuviera atrapada en el Infierno, no me di cuenta que un coche venía a toda prisa por la carretera.

ᅳ¡Aza! ¡Azalea!

Levanté la vista, mirando hacia atrás, encontrándome con Crowley, que aunque hubiera venido en su Bentley parecía que le faltaba el aire.

Alcé un poco la barbilla, parándome a un lado de la acera.

ᅳ¿Qué?

ᅳLo siento muchísimo, ¿vale? Siento haber dicho algo que te molestara y todo eso. ¡Pero podemos irnos, ahora que podemos! ¡Alfa Centauri! Está lo suficientemente lejos para que no nos encuentren. Será perfecto ᅳrespiró unos instantes.

ᅳCrow...

ᅳ¿Me perdonas? ¿Sí? Genial, perfecto. Ahora sube al coche, vámonos ᅳme interrumpió, ya yendo hacia el coche.

Parecía tan ilusionado.

ᅳYa te he contestado a eso, Crowley.

ᅳPero han descubierto que he estado intentando parar el Armagedón contigo y con Azirafel. Están cabreados, Aza. Cabreados de verdad.

Incliné un poco la cabeza, acercándome hacia Crowley. No me atreví a hacer contacto físico con él.

ᅳMe voy al apartamento, Crowley.

Él se echó hacia atrás, levantando la barbilla. Desvió la mirada e incluso yo pude ver como tensaba su mandíbula.

ᅳA veces me sorprende como alguien que ha caído tiene tanta esperanza en el Cielo.

ᅳPero es que yo no tengo esperanza en el Cielo, el Cielo es la última de mis preocupaciones. Pero no voy a abandonar la Tierra a la primera de cambio...

ᅳ¿La primera de cambio? ᅳdijo, incréduloᅳ. La Tierra se muere, Azalea. Vas a tener que lidiar con una eternidad en el Infierno.

Apreté mis labios, mordiéndome un poco la piel de la mejilla.

ᅳ¿Sabes qué? ᅳintervino él, sin ni siquiera dejarme pensar en nada que decirᅳ. Me largo, y cuando esté más allá de las estrellas, ¡no pienso pensar en ti en ningún momento!

ᅳ¿En serio? ᅳexclamé, viendo como se metía en el Bentleyᅳ. ¡Madura de una vez, Crowley!

NORA IS (S)TALKING . . .

me estresan demasiado, pero de todas formas tengo demasiadas ganas de seguir escribiéndolos.

y también tengo ganas de publicar wonderland porq fell y lennox van a ser increíbles, además de que aza y crowley van a estar rondando por ahí también jijiji

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os amo<22